El cultivo de los rosales es muy especializado. En España ocupa unas 250 hectáreas. Las formas de cultivo de esta planta son: Porte bajo, tallo alto o semialto, trepador y llorón.

Para que los rosales se desarrollen correctamente, necesitan temperaturas de 17 a 25ºC. Con temperaturas mínimas de 15ºC durante la noche y de 28ºC durante el día. Las temperaturas por debajo de los 15ºC retrasan el crecimiento de la planta, mientras que las muy altas pueden afectar al tamaño de las flores. La luz es muy importante para esta planta. Por ello, en las zonas con largos días nublados y nevadas durante el invierno, podría ser conveniente emplear luz artificial.

La mejor época para la plantación de los rosales es durante el otoño. Concretamente, durante los meses de Noviembre y Diciembre. Ya que las plantaciones que se realizan durante el otoño suelen dar mejores resultados. En el momento de la plantación se darán riegos abundantes (sobre 100 litros de agua por metro cuadrado). Y se mantendrá el punto de injerto a 5 cm del suelo.

El suelo en el que se van a plantar los rosales debe estar bien drenado y aireado. Este tipo de planta tolera el suelo ácido, aunque se recomienda que el PH esté en torno al 6. No toleran elevados indices de cal ni de salinidad.

Las primeras floraciones del rosal tenderán a producirse sobre brotes cortos, por lo que se buscará la producción de ramas antes de que se inicie la floración. Para ello, se separarán las primeras yemas florales tan pronto como sean visibles. Y a continuación, se acortan las ramas principales 4 o 6 yemas desde su base y se eliminarán los vástagos débiles. La poda debe realizarse en los meses de diciembre a febrero, dejando que hayan pasado las fuertes heladas. En zonas de heladas tardías, conviene podar al inicio de la brotación de las yemas.

Las distintas variedades de rosales que producimos en Viveros Perez son:

  • Trepador (Contenedor del 20)
  • Copa (Contenedor del 22)
  • Porte bajo (Contenedor del 71 o Raíz desnuda)

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