Las variedades de parra de uva que producimos en Viveros Pérez son:
(Seleccione la variedad que sea de su interés. Podrá ampliar la información y conocer los cuidados de cultivo que necesita cada planta.)
La parra de uva es una planta leñosa que tiene una vida muy larga. Durante su periodo juvenil (de 3 a 5 años) no produce flores. Y las yemas que se forman durante un año, no se abren hasta el próximo. Este tipo de frutales son bastante exigentes respecto al clima. Ya que no se pueden cultivar en alturas excesivas. Ni en zonas de mucha sequía. Ni en zonas de frío extremo.
En el mes de Marzo la savia de la parra de uva se pone en marcha y se produce el fruto muy verde. La uva verde contiene gran cantidad de ácidos tartáricos, málicos y cítricos (en menor medida). El proceso de maduración de la uva se conoce como “envero”. En este momento, la uva cambia a su color amarillo (si es blanca) o rojo (si es tinto). En este frutal, los troncos de la cepa contribuyen a aportar dulzor a la uva. Es por eso, que las vides más viejas son capaces de proporcionar un fruto más regular y de calidad constante.
La parra de uva se adapta bien tanto en suelos profundos como delgados, arcillosos como arenosos. No obstante, los suelos limosos son los más deseados. No son aconsejables suelos con mal drenaje. El ph del suelo tiene que estar entre 6,5 y 7,2. Las temperaturas mínimas que puede soportar este arbusto son de -20ºC. Por debajo de estas temperaturas se producirían daños graves. También hay que tener cuidado con las heladas después de la brotación. Ya que, por debajo de los -2ºC destruyen la cosecha. Las temperaturas de 30-34ºC durante el verano pueden quemar las hojas y racimos. Otro factor meteorológico muy perjudicial para la vid es el granizo.
Las condiciones óptimas de temperatura para el cultivo de la parra de uva son las siguientes:
- Apertura de yemas: 9-10 ºC
- Floración: 18-22 ºC
- De floración a cambio de color: 22-26º C
- De cambio de color a maduración: 20-24º C
- Vendimia: 18-22º C
Se considera que la parra de uva puede sobrevivir con precipitaciones de 250 milímetros anuales. Aunque para asegurar la calidad del fruto se requieren entre 300 y 600 milímetros anuales de agua. La vid tiene más necesidades de agua desde la brotación hasta el mes de Enero. Un exceso de agua durante el crecimiento de la uva, retrasa el “envero”.