El Kiwi es el fruto de una planta trepadora originaria de China. Actualmente, se está despertando el interés en la plantación de este frutal debido a los buenos resultados productivos que ofrece. Esta planta alcanza un tamaño de 8 metros de altura. Los tallos son leñosos y se enganchan sobre el soporte que mantiene la planta. Su fruto son los kiwis, los cuales se agrupan en racimos.
El clima más apropiado para la plantación del kiwi es el subtropical o templado. Esta planta no tolera las heladas, y es conveniente aislarlas del frío durante el invierno. La temperatura óptima para su cultivo es la de 25ºC durante el día y 7ºC durante la noche. Temperaturas superiores a los 35ºC o a los -10ºC pueden dañar gravemente la planta.
Los marcos que se emplean en la plantación del kiwi, son de 4-5 metros de ancho entre calles. Y la distancia entre árboles debe ser de 3 a 5 metros. La época de plantación es la comprendida entre Noviembre y Febrero. El terreno sobre el que vamos a cultivar la planta debe ser franco-arenoso o arcilloso. Con un PH de 5,5 a 7,2. Y al igual que en la mayoría de frutales, se debe evitar el encharcamiento del suelo.
Maceta C-20
El kiwi se debe regar sobretodo en los meses de Junio a Octubre. Con una cantidad aproximada de 1.000 mm2/m durante cada mes. Actualmente, el sistema de riego que se utiliza en este frutal es el de micro-aspersión con un nivel de presión bajo.
Respecto a la poda del kiwi, debe realizarse una de formación en invierno para guiar la forma de la planta. La poda de fructificación se realiza dos veces al año, una en invierno y la otra en verano. El objetivo de la poda de verano, es mejorar la ventilación de la planta y la iluminación.
El kiwi comienza a proporcionar buenas cantidades de frutos a partir del cuarto año. La media de producción de un frutal de estas características es de 20Kg al año.