El castaño es una especie de ornamental que proporciona fruto, madera, sombra y enriquece las condiciones del suelo en el que se ha plantado. En España lo podemos encontrar cultivado desde Galicia hasta Navarra, en el norte de León y Zamora. En la cordillera central, en provincias como Cáceres, Ávila y Salamanca. Y en Andalucía. Se estiman unas 140.000 hectáreas de terreno cultivadas en España.
El castaño es un árbol de gran longevidad con el tronco corto y la copa amplia y frondosa. Las raíces de este ornamental son de profundidad media, pero muy extendidas y robustas. Las hojas son caducas, aunque permanezcan en el árbol un tiempo después de secas. La época de floración es de Mayo a Julio, donde se origina la característica coloración amarilla.
La altitud óptima para el cultivo del castaño es la situada entre 500 y 1.200 metros sobre el nivel del mar. Tiene preferencia por los climas templados y con bastante humedad. Ni los lugares con mucha sombra ni los muy soleados son buenas para las plantas jóvenes.
Castaño maceta C-20
El castaño requiere precipitaciones de 1.000 mm anuales. Siendo imprescindibles en la época de vegetación o floración. Prefiere zonas abrigadas donde exista cierta humedad en el suelo. Es bastante resistente al frío, pero le perjudican gravemente las heladas tardías de primavera. Prefiere suelos siliceos o arcillosos de un ph entre 5 y 6.
La época adecuada para la plantación del castaño es la comprendida entre principios de diciembre y finales de febrero. Sin embargo, no se aconseja plantar cuando hace mucho frío o cuanto exista una temporada de aire fuerte.
En las comarcas de fuerte insolación, se puede evitar que se queme la planta, situándola al lado de otro castaño de mayor tamaño para que le proteja. Si no fuera posible, se recepa la planta a una altura de 20 a 40 cm del suelo.