Podemos encontrar la Jacaranda en jardines y ciudades de clima cálido sin heladas fuertes. Se cultiva en países de clima mediterráneo o clima subtropical. Este ornamental es resistente a la sequía, se adapta a muchos tipos de suelo y su crecimiento es rápido.
La Jacaranda puede medir de 10 a 12 metros de altura. Las ramas del árbol no son muy densas. En su edad adulta aporta algo de sombra. Las hojas de este árbol son caducas. Aunque dependiendo de si el invierno es muy frío o suave, las hojas pueden caer totalmente o parcialmente. La mayor peculiaridad de este ornamental es que florece dos veces al año, una en primavera y la otra en otoño. Las flores tienen forma de campana y son de color violeta, por lo que adornarán cualquier espacio en el que se plante el árbol.
La Jacaranda se debe plantar en lugares donde reciba el sol durante todo el día. El suelo tiene que drenar bien, ya que los suelos arcillosos pesados que no drenan bien pueden podrir las raíces. Este ornamental tolera bastante bien la sequía. Por lo que los suelos arenosos son una buena opción para el crecimiento de la planta.
El riego de la Jacaranda debe hacerse durante los meses secos de verano. En esta época, debe hacerse un riego profundo cada 2 o 3 semanas para que humedezca la parte superior del suelo. Esta planta tiene un sistema de raíces superficial y no aprovecha el agua profunda.
La poda de la Jacaranda evita que el árbol se rompa. Si se cortan las ramas más largas que la mitad del diámetro del tronco, se evitarán roturas.