El Arce es un árbol de jardín de tamaño pequeño y crecimiento lento. Es una especie muy demandada para la decoración de jardines, parques y zonas urbanas. Este ornamental crece hasta una altura de 6 a 10 metros. Las hojas son caducas, tienen forma palmeada y miden entre 4 y 10 cm de ancho y de largo. En otoño, las flores de esta planta adquieren un color rojizo.

El clima más apropiado para el arce es el templado con temperaturas frescas. Para que la planta se desarrolle correctamente, necesita temperaturas entre -15ºC de mínima y 30ºC de máxima. Este ornamental resiste a las heladas suaves y necesita sentir el paso del invierno.

Arce

El arce se planta durante el otoño o a finales de invierno. Debemos ubicarlo en semi-sombra. Es decir, en una zona donde se evite la plena exposición solar.  El suelo donde vayamos a plantar este ornamental ha de ser fresco, profundo y húmedo. Tiene que tener un PH entre 4 y 6. Se puede plantar en suelos calizos si añadimos regularmente sulfato de hierro para mantener el PH.

El riego del arce es imprescindible, ya que se trata de una especie sensible a la sequía. El riego deberá realizarse al menos durante 2 veces por semana. Porque esta planta requiere suelo húmedo y no hay que dejar que la tierra se seque mucho. En el verano, la frecuencia de riego debe incrementarse hasta 4 veces por semana.

 El trasplante del arce debe hacerse durante la primavera, antes de que salgan las hojas. La poda del árbol se realizará durante el otoño, porque en esta época el árbol no esta en plena actividad. Cortaremos las ramas que se crucen, las que sean demasiado largas y las que estén débiles.